Urban Space Station

Un prototipo para poblar las azoteas y otros espacios residuales con ecosistemas redentores de alta biodiversidad, los USS-s ayudan a la recuperación natural de los entornos urbanos. Captan las emisiones de carbono y generan oxígeno además de tener fines científicos, educativos y recreativos. La doble piel de ETFE permite que la estructura sea ligera y crea un intercambio de temperatura. El agua de lluvia se acumula en las bolsas del vientre, mientras que el diseño de la textura de la propia estructura ayuda a canalizar el flujo de aire para generar electricidad. El uso secundario como colector de partículas ultra finas ha demostrado ser capaz de limpiar el aire pasivamente a nivel de la calle cerca de los edificios anfitriones. Un prototipo a escala 40% (USS 1.0)  fue construido y probado dentro de la exposición Souls & Machines, Digital Art & New Media, realizada en 2008, en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía de Madrid. En 2016, se construyó un prototipo 1:1 para la Trienal de Arte Emscherkunst de Alemania. Colocado encima de un edificio existente, acoplado al aire acondicionado de los edificios circundantes, USS generó un circuito de limpieza; el aire residual y el calor del edificio fueron filtrados por las plantas que crecían en su interior, se limpiaron y se enriquecieron con oxígeno antes de ser conducidos nuevamente al edificio.

 

Cambio de sede de Greenpeace

En 2016, Greenpeace España se plantea mudar sus oficinas, hasta entonces ubicadas en una primera planta alquilada en un bloque de la Calle San Bernardo, en Madrid. Greenpeace nos encarga un estudio de viabilidad para decidir entre las distintas opciones que estaban manejando. Tras un análisis en detalle de las distintas posibilidades, nos decantamos por una nave industrial en desuso, ubicada en Calle Salamanca para la que realizamos distintas simulaciones de ocupación, organización y funcionamiento. 

 

Satoyama Hill

¿Qué hacer ante los tsunamis? 

El 11 de marzo de 2011, un terremoto de nivel 9 en la escala Richter y el tsunami que le siguió, golpearon la costa este de Japón. Más de 18.000 personas murieron o están desaparecidas, 394.386 viviendas fueron completamente o gravemente dañadas y la infraestructura urbana casi ha desaparecido. La magnitud de la catástrofe dejó clara la necesidad de un enfoque radicalmente diferente al planeamiento urbano actual.

En los medios japoneses, a la hora de debatir sobre las soluciones necesarias para futuros desastres,  se propone a menudo la reubicación de la población en zonas más altas. Esta solución implicaría abandonar las instalaciones de la pesca, turísticas y recreativas situadas cerca del mar, y la reubicación de las viviendas en los nuevos barrios construidos en las colinas. Sin embargo, esta medida impediría seguir con la economía local basada en la pesca y con otras actividades locales relacionadas con los puertos, obligando a la gente a viajar todos los días. Una preocupación adicional la constituyen los daños medioambientales que podrían resultar de la explotación de canteras en las laderas y del proceso de urbanización de las montañas. Además, sería difícil concentrar eficazmente a toda la población en alto en aquellas zonas predominantemente planas, tales como, por ejemplo, las llanuras de Sendai.

Otros proponen la creación de plataformas elevadas para así colocar las viviendas cerca de la costa, pero esta solución encierra un efecto secundario negativo, ya que las plataformas se convertirían en un obstáculo contra la necesaria continuidad del espacio público en la planta baja.

Lo que nosotros proponemos es construir topografías artificiales como lugar de evacuación, combinándolas con las unidades residenciales y  formando así una montaña artificial (o ‘Satoyama » artificial, una antigua práctica japonesa de cosechar los beneficios climáticos de las laderas para mejorar las condiciones de la vivienda en las ciudades). Estas colinas protegen en su interior las instalaciones públicas esenciales, y una infraestructura de energía distribuida. La población de las áreas expuestas al tsunami será capaz de huir fácilmente en unos pocos minutos a partir del alarma, saliendo hacia las colinas artificiales situadas a intervalos regulares.

Nuestra propuesta aspira a evitar la entera sumisión al miedo del diseño urbano, de la vivienda y de la infraestructura. El nuevo ‘Satoyama Hills’ trata de mejorar la vida urbana,  la vivienda y el diseño de infraestructuras, extrayendo conocimiento de las mejores prácticas  tradicionales japoneses. De este modo, ofrecer una solución de escape eficiente en caso de tsunami se convierte en un subproducto perfectamente integrado.

Un prototipo y dos casos de estudio

Como prototipo de estudio proponemos crear comunidades de alrededor 5.000 personas, que incluiría un complejo –  «colina» en el centro. Las dimensiones, configuración y un programa específico de cada colina artificial serán establecidos de acuerdo a las características de cada lugar. Estas colinas contendrán viviendas para cerca de 1.500 a 2.500 personas distribuidas en una sola colina, y entre 2.500 y 3.500 personas que viven a su alrededor, a 15 minutos de distancia a pie. La superficie de la colina es un parque que se puede utilizar a diario y que funcionaría como lugar de evacuación si fuera necesario. La colina combina jardines privados con vías públicas y zonas verdes, mientras que su interior alberga las instalaciones comerciales y recreativas y la infraestructura de energía creando una red de oficinas, centros médicos, guarderías, escuelas, áreas culturales y deportivas, etc., a lo largo de la costa. En caso de desastre  la colina servirá como terreno elevado para la evacuación, como fuente de energía de reserva para instalaciones sanitarias y finalmente como alojamiento de emergencia.

Hemos estudiado la integración de estas colinas artificiales en dos lugares topográficamente diferentes que fueron afectadas gravemente por el tsunami: la ciudad de Ishinomaki que es casi plana, y  la montañosa Kamaishi  donde también hemos simulado las ventajas energéticas para una de estas comunidades de 5.000 personas.

 

Festival de Música Festimad

El objeto del encargo consistía en aportar mínimos elementos que hiciesen más fácil, cómodo e interesante la estancia en el festival de música Festimad, en la que iba a ser su nueva localización. La idea era producir una serie de ‘enchufes infraestructurales’ a los cuales acoplar distintos usos dependiendo de las necesidades. Estos ‘enchufes’ serían fácilmente activables o desactivables. Esta propuesta permitía reducir el gasto en infraestructuras anual de Festimad, mientras que se ofrecía una intensidad urbana de servicios a una gran área de espacio público abierto. Alrededor de los ‘enchufes’ se distribuían, de forma variable, diferentes usos y condiciones del espacio, de mayor a menor densidad de servicios.

Feria Juvenalia

La organización espacial de una feria es un asunto monótono, lo que quizás en un fiesta como Juvenalia puede ser un problema. Intentamos intensificar sus características básicas: expositores y atracciones se concentran lo máximo posible y dejan un gran espacio libre de acontecimientos en el acceso. A las calles obligatorias se le añade alguna diagonal. Contraste entre un espacio abigarrado y laberíntico y otro libre y abierto. Organización espacial como argumento de entretenimiento: combinado con un sistema de localización, todo el espacio de la feria es un juego del escondite. La fachada de los expositores y atracciones que dan al gran espacio abierto está llena de proyecciones, la mayor de las cuales es el panel de localización del juego del escondite

Juegos Olímpicos Atenas ‘04

Atenas no tiene un problema de vivienda, pero le faltan espacios verdes. La oportunidad urbana de la Olimpiada no es una villa olímpica que después se convierte en barrio residencial, sino la creación de espacios abiertos asociados a infraestructuras o en antiguas instalaciones industriales. Asimismo, es posible pensar en el uso de edificios administrativos o de oficinas como villa olímpica. Problemas como la seguridad ya fueron incluidos en el diseño original de estos edificios. La flexibilidad intrínseca de este tipo de construcciones hace que su posible adaptación sea extremamente sencilla. La coincidencia de las Olimpiadas con el periodo vacacional hace que se puedan usar las plantas que se quedan vacías. Cada atleta recibe una habitación con muebles de cartón reciclable cuyo proceso de montaje es rápido e inmediato. Cada pieza de mobiliario está esponsorizada por una de las compañías que han sido tradicionalmente colaboradores de los Juegos Olímpicos. Intentamos establecer un juego entre cada mueble y cada empresa.

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